14/8/08
La privación de lo público
La semana pasada hablábamos con algunos amigos de cómo Córdoba se va volviendo cada vez más retrógada. La "docta", la ciudad de la Reforma Universitaria, la del Cordobazo, ha quedado regada de discursos fascitas y medievales después del conflicto con el campo. Y para los que descreen de las cuestiones meramente discursivas, eso se siente. No sólo en las calles, no sólo en los medios, sino también en los cuerpos.
Para seguir con esta tendencia y continuar escarvando en las arenas de la clase media -que le tiene miedo a todo-, la municipalidad de esta ciudad decidió poner rejas en las plazas. Sí, rejas, eso que ponen en las cárceles y también en las casas de la gente que no quiere que otros pisen sus jardines, sus margaritas y hortensias.
En fin, seguiremos esperando más señales que justifiquen la migración de unos varios o directamente el incendio indiscriminado de iglesias, empresas, countries y barrios enteros.
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