9/9/08

La otra procesión

Estoy en Salta. Aquí nací, según dice mi partida de nacimiento. Vuelvo pocas veces al año y cuando ya estoy por desempacar, me toca de nuevo ir a la terminal. Hoy a la noche parto, pero no puedo irme sin antes relatar lo que viví ayer a la tarde.

Volvía del centro con mi vieja, la acompañé a hacer la "novena". Así se le llama a una práctica instalada desde hace mucho tiempo en Salta, en la cual los fieles al Señor y la Virgen del Milagro van a rezar los nueve días previos a la procesión. En el día final, las imágenes de estos dos sujetos pasean por toda la ciudad y mucha gente agita pañuelos, camina de rodillas, llora bastante y promete cosas. Sí, todo eso.

Decía que volvíamos. Todavía estábamos en pleno centro, más precisamente en la esquina de San Martín y Florida, esquina tumultuosa, llena de carros de frutas, remises truchos y vendedores ambulantes de todo tipo de productos. Antes de cruzar escuchamos los sonidos de tambores y redoblantes: ¿una marcha?, ¿una batucada?, ¿algo relacionado a la "novena"? Un poco de todo.

Nos pusimos de puntas de pie y vimos banderas multicolores, grandes banderas arco iris y muy flameantes. Abajo de ellas un pequeño grupo de travestis caminaba aplaudiendo, cortando la calle, acompañadas de mujeres con bebés en sus brazos. Todas marchando, sonrientes, algunas con anteojos de sol, algunas bailando, otras repartiendo folletos.

Mi vieja me agarró fuerte, muy sorprendida por lo que veía: una marcha gay en pleno centro de la ciudad colonial de Salta. Me llevó hasta mitad de cuadra para verlas más de cerca. Toda la gente que trabajaba en los negocios de la zona estaba en la puerta, nadie atendía y todos, como mi vieja, no se perdía detalle de la inusual protesta.

Mi vieja las miró a todas, simuló leer los folletos, simuló escuchar la batucada, simuló agarrarme fuerte. Pero no hubo disimulo alguno cuando soltó por fin sus primeras palabras ante gran acontecimiento. A pesar de que los redoblantes estaban frente a nosotros, fue imposible no escucharla cuando dijo: "¡¡Mirá el culo que tienen las desgraciadas!!".

4 comentarios:

Anónimo dijo...

no te habrás comido uno, eh?

Anónimo dijo...

jajajajaja!
es q tienen buenos culos! yo no se como hacen! bueno si se pero igual!

japo dijo...

Te falto decir en la salta colonial de bravios gauchos machos y solemnes.
Esto va por tu tio que sabes quien es

fulano/martínvillarroel dijo...

...la procesión va por dentro...